A continuación te presentamos a los ganadores de la categoría de poesía del XVIII Certamen de Talento Joven del CRAI P. Florentino Idoate, S.J.
Ganador: Rodrígo Gabriel Rodríguez Amaya
Obra: Ofertorio
1989
el país más pequeño de américa continental
aparece en los noticieros mundiales
se le distingue seguro y próspero
y los turistas navegan la periferia tropical
cada tanto nacen inocuos muchachos
que pretenden por fin la redención
quieren fundar otra patria
sobre el abismo de cadáveres olvidados
la memoria es un dolor de cabeza
para los hijos del mal
acá recordar es resistir
el poder roñoso de los hombres
por nuestra parte cada dieciséis de noviembre despertamos
del descanso eterno
a nuestros mártires
decimos sus nombres en voz alta
aquello que el odio quiso extinguir
se recuerda con pasión
porque el despiadado arrebato de sus vidas
es fiel testimonio del amor
al impúdico rechazo de sus ideas
se le ilumina con velas
que avanzan hacia la noche
entre las manos ávidas de esperanza
por un pueblo que no cede
su derecho a soñar
60
en el corazón de esta ciudad
has visto pasar el tiempo
frente a ti crece el concreto
observas al volcán
respiras ruido smog palabras
anidas corazones en busca de futuro
parece que aquí crecieron edificios
de entre los árboles
eres apenas una adulta mayor
recién salida de la mediana edad
pero al igual que nosotros
la crueldad nutrió tus días de juventud
a precio de sangre pagaste
tu voz y lugar en nuestra historia
naciste en dictadura
cuando la gente llenaba avenidas
en busca de lo suyo
en aquel tiempo leer y pensar
era signo de rebeldía
luego alimentaste
nuestra tímida democracia
le has dado empujoncitos
para que camine
sigues aguantando sus berrinches
que al pasar de los siglos
el siseo de las hojas
murmure los sueños aquí tejidos
los pájaros gritaran nuestros nombres
cuando todos nos marchemos
porque el olvido nunca ha sido tuyo
que tu vejez sea larga
hasta que la transformación de la realidad sea
un hecho entre nosotros
Elegía
setenta y ocho años te bastaron
para erigir la sombra de tu legado
ahí llegaremos a descansar
cuando la injusticia quiera vencernos
recordaremos tu vitalidad
para combatir el mal
recordaremos tu cálida sonrisa
tu perpetua amistad para los demás
una vida con sentido soporta todo
incluso los embates del olvido
serás nombrado por generaciones que buscan
la construcción del Reino
así de inmenso fue tu amor
esparcido entre nosotros
como el rocío de la madrugada
hoy tu cuerpo yace junto a tus hermanos
tomaste de la mano a nuestra ciega señora
mostrándole el camino desandado
por los hijos mezquinos de la patria
ahora tu recuerdo
es nuestra semilla de esperanza
para la memoria salvadoreña
Academia
con el corazón enternecido
observo los rostros de mis compañeros sueño
el futuro de la patria
escucho detrás de las ventanas
el grito de los siglos
cuánta sangre ha corrido
en este país nombre de remedio
alguien ríe a mi lado
despierto de mi resaca histórica
pasan los años la fe no cesa
en el corazón de los estudiantes
camina el porvenir de los años
la terquedad es nuestra virtud
Mención honorífica: Jennifer Edith Torres Zelada
Obra: discurso oficial versión para imprimir esta sí es final FINAL.documentodetexto
buenos días buenas tardes buenas noches (lo que caiga)
estamos aquí reunidos (mirar a todas las cámaras solemne) para agradecerles sin ustedes
esto que hemos construido
el país del que nos sentimos orgullosos definitivamente no existiría (pausa para aplausos)
dirán por ahí que nos ha salido caro que ha sido injusto
que solo pensamos para afuera y puede que sea cierto
de hecho es cierto
pero les recordaré (les recordaremos — nota1 : mantener el “nosotros” para afianzar empatía)
a los mismos de siempre
a los que nos destruyeron en los últimos treinta años a todos los que aquí pasaron
descaradamente
burlándose de su confianza de su inteligencia de su integridad
que aquí desde el primer día hemos estado trabajando (proyectar estadísticas — nota2: llamar al de las gráficas)
también inventarán palabras
como feminismo diversidad cambio climático
para distraernos de la gran misión que se nos ha encomendado
proteger a nuestra familia a nuestros hogares a nuestros hijos (nota3: no se puede mencionar “hijas” — degeneración del lenguaje)
que puedan andar tranquilos por la calle de madrugada haciendo tiktoks con nuestro wifi gratuito de primerísima calidad y le enseñen al mundo entero que las cosas han cambiado
ustedes no deben temer
esos cuentos gastados ya nadie se los cree
miren las imágenes miren los videos somos trending topic todo alcanza cuando nadie roba
ahora somos el referente del hemisferio occidental nos piden que les expliquemos cómo lo hicimos
y yo solo puedo decir (podemos decir) que ha sido a pura fe y confianza (en mí)
a esos expertos y oenegés que hablan de inflación precariedad irregularidades y arbitrariedades en el sistema judicial desapariciones y muertes ocurridas bajo el supuesto régimen
les explico (explicamos) pasito a pasito
no vaya a ser que vaya muy rápido la cátedra va así
todos los días sin falta
en algún lugar del mundo ocurre un incendio forestal
las causas no importan mucho
bueno no mucho más que los árboles perdidos miles y millones de árboles perdidos
ustedes dirán pobrecitos los árboles perdidos cómo los vamos a regenerar yo no me lamento por los árboles perdidos (qué importa la empatía pues) porque cuando el aire se despeja de humo y se apagan todas las llamas las semillas de los árboles perdidos viajan en el viento
llegando a nuevos suelos que de otra manera no hubiesen podido alcanzar y se convierten en árboles robustos frondosos espléndidos
bosques magníficos de prestigio mundial
(hacer comillas) apretamos sometemos ocultamos para que podamos prosperar florecer rebasar (no más comillas)
el diagnóstico fue sombrío y el remedio es amargo pero la recompensa está tan cerca
estamos empezando a tocarla con nuestras manos cinco años más y podremos aferrarnos
insisto
el crédito es de ustedes porque así lo quisieron aquí seguimos
gracias (extender los brazos)
(recorte porque se acabó el tiempo)
que (la deidad de turno) bendiga esta patria
y nos dé (el don de turno) para seguir guiando este proyecto de país modelo muchas gracias
Mención honorífica: Emelie Annis Sibrian Martinez
Obra: A mitad del alma
Los recuerdo en el silencio que nunca los olvida,
en la luz que se queda donde dejaron sus pasos,
en cada gesto que aún susurra la verdad
y en el murmullo suave de la memoria viva.
Yo los recuerdo,
aunque el tiempo intente cubrirlos de silencio.
Los que pensaron con el corazón abierto,
los que amaron tanto la verdad
que su presencia sigue guiando cada gesto.
Hubo una casa donde la madrugada se detuvo,
donde la tierra guardó nombres
que aún respiran en la memoria.
Allí quedaron cuerpos dormidos
y una madre con su hija,
reflejando amor, en medio de la sombra.
Yo no los vi,
pero los siento en cada palabra justa,
en la fe sencilla de quien trabaja sin ser visto,
en los pasos que no buscan gloria
sino sentido.
Y allí estaba él,
manteniendo viva la voz de quienes ya no podían hablar.
Su paso era río, constante, paciente,
capaz de abrir camino entre las piedras,
y su mirada enseñaba que la esperanza podía tener rostro.
Cuando lo escuchaba,
sentía que la fe no era repetir, sino volver a empezar.
Y entendí que el amor no muere:
solo cambia de forma, se vuelve memoria, se vuelve misión.
Cuando lo escuchaba,
sentía que la fe no era repetir,
sino volver a empezar.
Y entendí que el amor no muere:
solo cambia de forma,
se vuelve memoria,
se vuelve misión.
Yo escribo por ellos,
por los que callan pero arden,
por los que siguen enseñando desde la tierra,
por los que levantan la mirada al cielo
sin pedir milagros,
solo verdad.
Si un día me preguntan por qué sigo,
diré que la luz no se ha ido.
Que aún sopla en los pasillos,
en los libros abiertos,
en los ojos de los jóvenes
que buscan una tierra donde la justicia camine descalza y sin miedo.
Y mientras la fe respire en los gestos pequeños,
seguiré creyendo en lo que creyeron,
aunque el mundo calle,
los llevo conmigo en cada latido que me queda.